El asbesto, también llamado amianto es un grupo de seis minerales metamórficos fibrosos, compuestos de silicatos de cadena doble. Los minerales de asbesto tienen fibras largas, resistentes y lo suficientemente flexibles como para que se puedan separar y entrelazar. Además, resisten altas temperaturas, siendo excelentes aislantes térmicos.
Debido a sus características, el asbesto ha sido usado en gran variedad de productos manufacturados, principalmente materiales de construcción (para recubrimiento de tejados, baldosas y azulejos, productos de papel y productos de cemento con asbesto), productos de fricción (embrague de automóviles, frenos, componentes de la transmisión), materias textiles termorresistentes, envases, paquetería y revestimientos, equipos de protección individual, pinturas, productos de vermiculita o de talco.
Los estudios arqueológicos han encontrado evidencia de que el asbesto se usó ya en la Edad de Piedra para fortalecer macetas de cerámica e incluso en la época griega Heródoto ya lo mencionó en el 456 a. C. ya que se empleaba como mortajas envuelta alrededor de los muertos antes de arrojarlos en su pira funeraria con el fin de evitar que sus cenizas se mezclaran con el propio fuero, pero no fue hasta fines del siglo XIX que se empleó a gran escala debido a la minería cuando los fabricantes y constructores comenzaron a usar el asbesto por sus propiedades físicas deseables.
Sin embargo, el asbesto representa un peligro para la salud bien conocido. La inhalación de fibras de asbesto puede conducir a varias afecciones pulmonares graves, al respecto las autoridades médicas demostraron que los productos relacionados con el asbesto/amianto provocan asbestosis y cáncer con una elevada mortalidad desde 1906, demostrado por el doctor Montague Murray. Pero no fue hasta 1931 cuando comenzó a regularse y tenerse en cuenta la peligrosidad del mineral, en Reino Unido, con la muerte de Nellie Kershaw, considerada la primera trabajadora con asbestosis por exposición de amianto en su puesto de trabajo. La primera publicación oficial que demostró una relación entre el asbesto y la asbestosis fue Meshothelioma of pleura and peritoneum following exposure to asbestos in the London Área.
A principios de la década de 2000 empezó a prohibirse en los países desarrollados y su uso quedó totalmente prohibido en la Unión Europea desde 2005. En algunos países en vías de desarrollo se continúa utilizando.
El asbesto se usó ampliamente durante el siglo XX hasta la década de 1970, cuando el reconocimiento público de los peligros para la salud del polvo de asbesto llevó a su ilegalización en la construcción convencional y en la protección contra incendios en la mayoría de los países. A pesar de esto y en parte porque las consecuencias de la exposición pueden tardar décadas en surgir, se cree que al menos 100 000 personas al año mueren a causa de enfermedades relacionadas con la exposición al asbesto según la OMS.
A pesar de la gravedad de las enfermedades relacionadas con el asbesto, el material se ha utilizado ampliamente en todo el mundo, y se cree que la mayoría de los edificios anteriores a la década de 1980 contenían asbesto. Muchos países en desarrollo también apoyan el uso de asbesto como material de construcción, y la extracción de asbesto está en curso, con el principal productor Rusia produciendo alrededor de un millón de toneladas en 2015.
Asbesto es el nombre asignado a un grupo de seis materiales fibrosos diferentes (minerales fibrosos o variedades fibrosas de minerales que no lo son) que se encuentran en la naturaleza:
Nombre común | Nombre del mineral | variedad fibrosa |
amianto marrón | grunerita | amosita |
amianto blanco | crisotilo | |
amianto azul | riebeckita | crocidolita |
amianto-tremolita | tremolita | |
amianto-actinolita | bisolita | Actinolita |
amianto gris | antofilita |
Contaminación por asbesto industrial
El asbesto ocasiona enfermedad cuando es inhalado. La ingestión o el contacto con la piel no son vías de ingreso demostradas como causa de enfermedad. Las fibras de amianto son de tamaño microscópico, se desprenden con facilidad, no se disuelven con agua pero se pueden desplazar por el aire, ingresando al pulmón con cada inspiración que se haga en un ambiente contaminado.
Las fibras de asbesto pueden pasar al aire o al agua en el medio ambiente a causa de la degradación de depósitos naturales o de productos de asbesto manufacturados. Las personas que trabajan en industrias que fabrican o usan productos de asbesto o que trabajan en la minería de asbesto, pueden estar expuestas a altos niveles de asbesto. Las personas que viven cerca de estas industrias también pueden estar expuestas a altos niveles de asbesto en el aire. Las fibras de asbesto pueden liberarse al aire al manipular materiales que contienen asbesto durante el uso del producto, como por ejemplo en demoliciones, mantenimiento, reparación y renovación de edificios o viviendas. En general, la exposición sucede cuando el material que contiene asbesto es perturbado de manera tal que libera partículas o fibras al aire.
Las partículas de asbesto no se evaporan al aire ni se disuelven en agua, pueden permanecer suspendidas en el aire por largo tiempo y ser transportadas largas distancias por el viento y el agua antes de depositarse. Las fibras y partículas de mayor tamaño tienden a depositarse más rápidamente. El agua potable puede también contener asbesto, por ejemplo, procedente de tuberías de Fibrocemento que contienen asbesto.
Las fibras de asbesto no pueden movilizarse a través del suelo. Generalmente no son degradadas a otros compuestos y permanecerán virtualmente inalteradas por largo tiempo.
Estas enfermedades tienen un largo «tiempo de latencia» (tiempo que transcurre entre la inhalación de la fibra y la aparición de la enfermedad) que puede superar los 30 años. Así, por ejemplo, en Alemania, como en muchos otros países, se han elaborado curvas de seguimiento uso/enfermedad, dando como resultado que, a pesar de haber interrumpido el uso del asbesto en los años noventa, el mayor número de enfermedades se espera para dentro de 20 años. En Estados Unidos, en el año 2000, fallecieron 1493 personas por cáncer de pulmón relacionado con la exposición al amianto (o asbestosis), frente a las 77 de 1968, siendo en el mismo año 2000 la principal causa de muerte por enfermedad profesional en el Reino Unido. Los casos de cáncer de pulmón relacionados con la exposición al amianto, denominado MPM (Mesotelioma Pleural Maligno), aumentarán en España hasta el medio millar al año a partir de 2015. Actualmente se registran en España entre 250 y 300 casos anuales de MPM, un tipo de cáncer de extrema mortalidad, que en un 85 por ciento de los casos se vincula a la exposición laboral al amianto.
Prohibición del asbesto/amianto
En 1991 el banco Mundial estipuló, como política, su preferencia de no financiar la manufactura o el uso de productos que contengan asbesto.
El asbesto/amianto (en sus cinco formas anfibólicas: amosita, antofilita, actinolita, crocidolita y tremolita) está prohibido por el Convenio de Róterdam. firmado por más de cien países, no sin cierta polémica con los países que todavía exportan asbesto El asbesto de crisótilo es el primer producto químico que ha enfrentado una significativa oposición en la convención de Róterdam. Muchos observadores expresaron su preocupación de que esta decisión puede sentar un precedente para futuras discusiones sobre productos químicos económicamente importantes, temiendo que los intereses económicos y comerciales puedan superar preocupaciones ambientales y sanitarias. «Las objeciones de Canadá y de Rusia para enlistar los asbestos de crisótilo son vergonzosamente egoístas, protegiendo a exportadores domésticos interesados en la venta de este peligroso químico en el exterior» dijo Clifton Curtis, director del Programa Global de Productos Tóxicos de WWF. El gobierno canadiense defendió su acción, al decir «Si es agregado (a la lista), puede ser percibido por algunos países como señal de que el crisótilo es prohibido». Los productos químicos en la lista se pueden exportar solamente de un país a otro con el permiso del gobierno del estado de importación.
En todo el mundo, 67 países y territorios (incluidos los de la Unión Europea) han prohibido el uso de amianto. Se permiten exenciones para usos menores en algunos países enumerados; sin embargo, todos los países enumerados deben haber prohibido el uso de todo tipo de asbesto
Prevención
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El tabaquismo puede agravar la evolución de la enfermedad.
La única forma de prevenir la aparición de la asbestosis es evitar la exposición al amianto. La realización de una radiografía de tórax en personas que han estado en contacto con las fibras del mineral puede ayudar a detectar precozmente esta enfermedad y frenar su progresión.
Evitar el tabaquismo también puede contribuir a ralentizar la evolución de la patología.